En este tutorial te vamos a dar nuestro punto de vista sobre los que creemos son los puntos clave a tener en cuenta a la hora de elegir que tarjeta de audio para tu home estudio. La tarjeta de sonido o interface de audio es el elemento central de un home-estudio moderno nos va a permitir grabar y reproducir audio digital con la calidad necesaria para abordar producciones de profesionales de pretensiones medio-altas.
Cabe decir que hoy en día, afortunadamente, casi no hay tarjetas de calidad baja, eso es cosa del pasado…
Existen cientos de tarjetas de audio de decenas de marcas disponibles en el mercado y todas ellas alcanzan unos niveles de calidad muy grandes, por lo que para distinguirlas y clasificarlas en función de su calidad deberíamos tener un auténtico laboratorio de pruebas. Creémos además que existen dentro de un sistema home estudio equipos con niveles mucho más críticos de influencia sobre el sonido final general. Por ellos a la hora de elegir tarjeta hay que pensar en otros muchos aspectos aparte de simplemente "la calidad del sonido" de la misma.
Por lo tanto vamos a ver que otros puntos clave nos permitirán escoger y comprar sin equivocarnos, o gastar más de lo necesario, nuestra nueva interface de audio, con la seguridad de no meter la pata.
El tipo de conexión (USB 2, FireWire, PCi-e, PCI-X)
Dividiremos las tarjetas de sonido en dos grandes tipos, las tarjetas internas (tanto para PC como MAC) y las externas. Como estamos hablando de como elegir bien los componentes de un sistema para home estudio básico, diremos que sin duda alguna el USB 2.0 es un sistema fiable, de fácil instalación, impide los errores al conectar (esos cables al revés...) es transportable entre diferentes ordenadores y totalmente estándarizado como sistema. Elegir una tarjeta de audio con este sistema de conexión será una gran elección.
NOTA: en los últimos meses (mayo 2010) se está convirtiendo en una tarea dura el encontrar placas base o portátiles que incorporen de serie el puerto FireWire.
El disponer de un componente "externo" al ordenador en donde se concentran los conectores de audio de entrada y salida, nos permite ponerlo cerca de nuestro lugar de trabajo, al alcance de la mano y así acceder a los controles de volumen, de monitorización o de ganancia de entrada tantas veces como necesitemos, lo cual es muy cómodo.
Es posible asímismo usarlo como un patch de estudio o instalarlo en la "pecera", puesto que la distancia de cable lo permite ( en la práctica sería posible incluso un cable de unos 10m) y de esa manera aislarlos del ruido de los monitores o el ordenador mientras grabamos.
La alimentación de la mayoría de los modelos se hace desde el ordenador lo que siempre es una gran ayuda para los que odiamos los cables extras y las "cucarachas" en forma de alimentadores de mil tipos diferentes y que siempre se pierden.
No obstante recordemos que, en los modelos con más cantidad de entradas y salidas, y siempre que usemos phantom es resomendable tener el ordenador conectado a la red eléctrica para evitar descarga rápida de la batería.
La cantidad de "canales de audio" de entrada y salida que permite USB 2.0 y la estabilidad en dicha comunicación se han demostrado más que suficientes para un sistema de características medias.
La única "pega" que se nos ocurre, es lo fácilmente que se puede desconectar el cable, sobre todo en situaciones de directo. Hay que tener mucho cuidado o asegurar con cinta la conexión para evitar desastres.
Previsiblemente no habrán grandes cambios en el futuro en cuanto a la utilización de USB 2 en ordenadores como sistema de conexión para periféricos, la miniaturización conseguida o la generalización hacen difícil que un fabricante se tire al monte en este momento para producir un sistema alternativo. Las actualizaciones que se hagan a una eventual versión 3.0 siempre podrán guardar compatibilidad con los anteriores, por lo tanto no hay problemas a la vista en ese sentido.
Así pues, USB 2.0 es nuestra recomendación. Más adelante hablaremos de otros sistemas y veremos sus ventajas añadidas o sus inconvenientes.
Número de entradas y salidas independientes en una tarjeta de sonido
Lógicamente debemos analizar nuestras necesidades antes de comprar. La inmensa mayoría de los músicos caseros solo necesitarán una entra de micro, desde la que conectar el micro para la grabación de voces y una entrada de alta impedancia a la que conectar el instrumento (bajo o guitarra).
Si entra en nuestros planes grabar cosas como una batería con 8 micrófonos, o pequeños grupos en directo tocando todos a la vez, es mejor que lo tengamos claro antes de tomar la decisión de compra, ya que las posteriores ampliacioens pueden ser dificiles, caras o simplemente inviables. En ese sentido el disponer de puerto ADAT en la tarjeta nos permitirá el añadir 8 entradas y 8 salidas analógicas adicionales invirtiendo en el correspondiente conversor A/D externo. La entrada de previo de micro cuando la haya, es mejor que disponga de entrada XLR, dado que los micros profesionales tienen este tipo de conexión que aporta mejoras en la relación señal ruido gracias a su sistema de balanceado de señal.
El Phantom o alimentación para micrófonos de condensador es también muy útil dado que la proliferación de micrófonos de condensador económicos al alcance de cualquiera es una de las grandes noticias de los últimos años. La calidad que brindan estos micrófonos y a precios de risa, hubiera hecho enloquecer a los músicos y productores musicales de otras épocas. Phantom es pues imprescindible.
¿Dos previos o uno?: Esta es una gran cuestión dado que la versatilidad de disponer de dos previos nos permite abordar la grabación de instrumentos en múltiples enfoques, por ejemplo, micro de mástil y cuerpo para la grabación de una guitarra. O par estéreo de micros aéreos que puede solucionar la grabación de toda una batería si le pones un poco de gracia a la colocación. Coros, grabación de pianos verticales o de cola con micro para agudos y micro para cuerdas graves, grabación de congas, grabación de bongos, o simplemente grabación de dos guitarristas a la vez, son todas ellas situaciones muy comunes dentro de un estudio de grabación y que se abordan con mayor garantía de éxito con la simple diferencia entre tener dos entradas de micro o una sola.
Nuestras recomendacines por lo tanto son:
- Mejor dos entradas de micrófono que una.
- Disponer de una entrada de alta impedancia con jack "grande" aparte de entradas de línea, mejor que mejor.
- Las entradas RCA siempre serán una peor opción dado que no son balanceadas.
- El disponer de controles de ganancia para las entradas o control de volumen de salida en el panel frontal, indicadores de pico de señal en color rojo con LED así como salida de auriculares con volumen en el panel frontal son prestaciones de gran ayuda.
- La mayoría de las tarjetas actuales copian esa configuración como una flor copia a la de al lado.
Drivers. latencias y compatibilidad
Uno de los aspectos cruciales en la elección de una tarjeta de sonido es sin duda su driver. Un driver es una pequeña pieza de software que hará que el sistema operativo, sea cual sea este, sepa que debe hacer para comunicarse con ese nuevo dispositivo que acabas de conectar al ordenador y que el desconocía totalmente, dado que no es estándar y puede tener múltiples formas y capacidades. Los dispositivos más estándar como teclados MIDI u otros más generales como impresoras etc, no necesitan drivers en muchos casos, o mejor dicho si los necesitan, pero vienen preinstalados en el sistema operativo, por lo que el reconocimiento de estos dispositivos es automático. En los dispositivos de audio hay que reconocer que se ha avanzado mucho con las estandarizaciones y sistemas como MacOSX con su Core Audio han representado pasos de gigante en simplificad nuestra vida.
El driver de una tarjeta de sonido es una parte crítica y puede hacer que el funcionamiento de esta sea "como la seda" o una pesadilla de cuelgues y reinicios del sistema.
Es ese sentido inventir nuestro dinero en material en un fabricante de confianza, que renueve sus drivers periódicamente en su web, que actualice y se adapte a los nuevos sistemas operativos que aparezcan es sin duda no mejor. Un repaso histórico nos dará pistas de quien lo ha estado haciendo bien y quien lo está haciendo mal hasta ahora. Al menos una decena de marcas nos vienen a la cabeza, creemos que escoger las más conocidas, con una trayectoria más larga en la industria y con una comunidad de usuarios mayor es sin duda la mejor opción.
Entrando en detalles deberíamos escoger pues una tarjeta de fabricante notorio, compatible Mac y PC, con página web donde haya área de descargas de libre acceso (intenta acordarte de tu password a las doce de la noche antes de un bolo mientras hechas culebras por la boca) y con compatibilidad son los sistemas que a día de hoy son estándar como ASIO en PC y CoreAudio en MacOSX.
La latencia es uno de los problemas con los que cualquier principiante se encuentra en sus inicios. Cabe decir que las cosas han mejorado con el tiempo hasta convertir este problema en algo del pasado. La mayoría de tarjetas de audio tienen drivers de baja latencia capaces de hacer que las tareas de grabación por pistas, monitorización y mezcla se realizan con total comodidad y sin que nos lleguemos a preguntar que es la latencia. No obstante para los más novatos una breve explicación no vendrá mal. El tiempo de latencia es el tiempo que un sistema (el ordenador y su programa de audio con ayuda del driver) tarda en manejar los datos digitales en sus procesos de entrada - grabación - salida. Para entenderlo mejor, vamos a explicar los efectos de una latencia baja y todo el mundo lo entenderá.
Si pulsas una tecla de tu teclado MIDI lo que quieres oír es el sonido de tu sinte virtual en ese instante, no un segundo después.
Si quieres grabar tu guitarra con un micro y ponerte unos auriculares para poderte escuchar mientras grabas o escuchar el playback de lo previamente grabado, querrás escuchar la guitarra sin ningún retardo o sino tu grabación se convertirá en poco menos que imposible. Creemos que ha quedado claro.
Los problemas de latencia en un home estudio se han producido desde siempre y siempre ha habido formas de evitarlos o de convivir con ellos. No nos vamos a extender de momento en explicarlos, por que creemos que son cosa del pasado. Cualquier tarjeta conectada a un ordenador de características actuales se moverá entre los 2 y los 10 milisegundos de latencia, lo cual es inapreciable a efectos prácticos y no afectará a los procesos más típicos de nuestro trabajo, como la grabación por pistas tocando encima del playback o el uso de instrumentos virtuales en tiempo real
No obstante si que diremos que, el ordenador también puede influir en la latencia mínima que podamos alcanzar y que por muy buena que sea una tarjeta de sonido si la conectamos a un ordenador anticuado tendrémos problemas. Los ordenadores baratos no son siempre la mejor opción y elegir con cuidado una configuración adecuada para trabajos multimedia, con discos duros rápidos y tarjetas gráficas con mucha memoria y capacidad va a ser necesario. Los ordenadores del Carrefour en oferta del mes nos darán quebraderos de cabeza para trabajos intensivos con audio. Tenedlo en cuenta.
La calidad de grabación
En un mundo donde el MP3 se ha convertido en el estándar de distribución de música, los 24 bits y 92Khz que alcanza cualquier tarjeta de sonido barata son sencillamente impresionantes. La inmensa mayoría de las joyas musicales de los 80 y 90 que se escuchan constantemente en la radio se grabaron con equipos de miles de euros de coste y cuya calidad sería puesta en serios aprietos por una tarjeta de audio de 250€ actuales. Tenlo en cuenta, se practico, no te dejes enredar.
No vamos a decir que no hay diferencias entre tarjetas, pero si nos movemos en el ámbito del home estudio, la simplicidad será bienvenida y el panel de control del driver de algunas tarjetas que hemos visto, hace falta hacer un curso para entenderlo.
Además otros componentes de tu home estudio como los altavoces, los micros y su colocación, la calidad de los instrumentos usados, su afinación, etc son factores en los que podremos trabajar intensivamente para conseguir tremendos avances en la calidad de grabación en nuestro home estudio, sin necesidad de gastar 300€ en una tarjeta mejor. Sabemos de lo que hablamos.
El software incluido
El software, ese despreciado pero valioso componente de nuestro sistema. Nuestro sistema home estudio (ni ningún otro que se base en un ordenador) no sería nada sin el software, no se podría ni encender, sin embargo la mayoría de la gente (sobre todo los principiantes mal aconsejados) confía su nuevo y flamante sistema informático de cientos o de miles de euros a la instalación y control del mismo con software pirata. Que pena.
Hemos avanzado tanto en los últimos años que la mayoría de tarjetas de sonido viene acompañadas de paquetes de software de impresionante calidad que nos permitirán realizar producciones de Grammy sin gastar ni un duro adicional. Programas de grabación multipistas digital, con pistas MIDI y de audio, efectos, instrumentos virtuales, mezcla, edición de audio, etc. comúnmente conocidos como DAW (digital audio workstation) son comúnmente incluidos como parte del paquete de las tarjetas de sonido más comunes. Programas como Cubase LE4, Protools LE, Cakewalk, Audio Desk etc, son realmente impresionantes.
Un ingeniero de audio de los 80 de hubiera cortado un dedo por tener algo así. Y ahora es gratis.
Los instrumentos virtuales y samplers con cientos de sonidos de una calidad sonrojarte son ahora de regalo en la mayoría de tarjetas de sonido actuales. No cometas el error de no usarlos en tus producciones y de no evaluar sus características antes de pensar en piratear el producto superior. Además estos software sirven normalmente como descuento (y no pequeño) al comprar un producto superior del mismo fabricante.
La estandarización
Un último apunte antes de terminar este artículo. En el mundo globalizado en que vivimos la mitad de los actores del mismo se devanan los sesos para que la libre competencia campe con libertad, la mayor cantidad de elecciones posibles es lo mejor y lo más deseable para todo consumidor.
Por otra parte muchas empresas no paran de cacarear lo importante que es "trabajar con el estándar del mercado".
Indudablemente cada una de las posturas tiene sus puntos fuertes. Nuestra opinión es que es evidente que es muy cómodo que todos tus amigos trabajen con el mismo sistema y de esa forma puedas intercambiar tu trabajo en todas direcciones o trabajar en proyectos comunes por separado. Es una gran ventaja de la estandarización, sobre todo del software.
Sin embargo no estamos de acuerdo en que un fabricante imponga la opinión de que para el uso de un software es necesario determinado hardware de forma obligatoria, o al revés, es decir que cuando compras un hardware este queda supeditado a la utilización de un software en concreto (aunque venga de forma "gratuita" que desde luego a ellos siempre les va a parecer muy bueno. Como no.
Todas las excusas que se quieran poner para justificar esta forma de actuar como pueden ser, mayor estabilidad del sistema, mejor soporte técnico, mejor integración de las futuras novedades, sin dejar de ser de alguna forma ciertas, nos parecen totalmente burdas en un mundo como el actual.
Todos los fabricantes que impongan trabas a que su producto se integre con nuevos desarrollos (tardanza en sacar nuevos drivers, falta de información en sus webs sobre como hacerlo, etc) nos parecen siempre opciones a desestimar a la hora de invertir tu dinero.
Hasta el próximo artículo. Si tienes cualquier duda para elegir tu próxima tarjeta de sonido contacta con nosotros, somos expertos.
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